martes, 15 de noviembre de 2011

EL HOMBRE QUE ARRANCÓ UNA OVACIÓN


El hombre que arrancó una ovación, salió de su casa pensando que esa noche iba a ser uno más de los espectadores que llenarían el teatro.
El hombre que arrancó una ovación, cogió el libreto de la ópera y ocupó sin ayuda del amable acomodador su localidad en el primer anfiteatro.
El hombre que arrancó una ovación, apagó su teléfono móvil minutos antes de empezar la función.
El hombre que arrancó una ovación, aplaudió con furza cuando por fin se alzó el telón para que diese comienzo el primer acto de la ópera.
El hombre que arrancó una ovación, siguió con entusiasmo la trama que transcurría entre arias, dúos, tríos y coros sacerdotales.
El hombre que arrancó una ovación, despidió con entusiasmo al reparto al finalizar el primer acto que daba paso a un descanso de quince minutos antes del comienzo del siguiente.

Al abrirse el telón para el comienzo del segundo acto, el público asistente parecía que no tenía demasiadas ganas de aplaudir y estaba a puntito de salir a escena Sarastro y los sacerdotes cuando el hombre que arrancó una ovación comenzó casi imperceptiblemente a batir sus palmas sordas al estilo del compás flamenco hasta que alguien a su lado le secundó en sus intenciones y así por el efecto dominó el teatro entero acabó dando una ovación, que no fue de gala pero, seguro que merecida.

El hombre que arrancó una ovación, se sentía orgulloso en su butaca y lo que al principio eran palmas sordas, al verse secundado por la multitud se convirtieron en sonoros y rotundos palmeos.
El hombre que arrancó una ovación se rompió las manos cuando La Reina de la noche interpreta la famosa y complicada aria en la que ordena a su hija Pamina matar con un puñal a Sarastro.
El hombre que arrancó una ovación, ya no tuvo que arrancar más ovaciones en toda la noche, porque al finalizar la función el público al unísono obsequió con una cerrada ovación al reparto entero.
El hombre que arrancó una ovación, volvió feliz y satisfecho a su hogar porque esa noche él también interpretó de alguna manera la Flauta Mágica.

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