jueves, 21 de octubre de 2010

EL POEMA MÁS CORTO DEL MUNDO

Quiso escribir el poeta
empezando con una palabra esdrújula,
el poema más corto del mundo.
Pero podría resultar demasiado largo
y acabar aburriendo a los lectores,
el poema más corto del mundo.

Pensó en un monosílabo,
para comenzar el poeta a escribir
el poema más corto del mundo.
Pero le pareció algo breve
y quizás le restase interés,
al poema más corto del mundo.

Deseó el poeta cantarle al otoño,
la estación de los poetas,
en el poema más corto del mundo.
Pero se le antojó triste, melancólico
y decidió deshechar hojas caídas
y días menguantes,
para el poema más corto del mundo.

Intentó inspirarse el poeta en el mar, la mar,
para conseguir componer los versos,
del poema más corto del mundo.
Más se le presentaba borroso
en el tiempo y la distancia.
Y cambió olas y mareas
por sentimientos y pasiones más cercanas,
para poder crear así,
el poema más corto del mundo.

Buscó dentro de sí el poeta
para arrancar de sus entrañas,
el poema más corto del mundo.
Se sumergió en remolinos, espirales,
en tormentas del alma y la conciencia,
en la desierta arided de su fracaso
en la soledad obtusa de su vida.
Y el poeta soñó.
Soñó la palabra,
soñó que empezaba,
soñó que acababa,
soñó que soñaba,
soñó, con el poema más corto del mundo.
Y en su página en blanco
con su pluma negra
el poeta escribió: nada.

Y el poeta lloró.

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